Volkswagen está investigando la computación cuántica. BMW está construyendo un nuevo centro de datos gigante y Bosch anunció planes para construir una fábrica donde hará chips para automóviles auto dirigidos.
Los movimientos forman parte de un esfuerzo cada vez mayor por parte de los constructores y proveedores europeos para desarrollar la capacidad de computación que necesitarán a medida que los vehículos digitalizan y quedan sin conductor.
Los automóviles tendrán que comunicarse constantemente, absorber y analizar información de miles de vehículos a la vez, para tomar decisiones para suavizar el flujo de tráfico, ahorrar combustible y evitar riesgos.
Esto representa un enorme desafío para las empresas tradicionalmente enfocadas en la manufactura, porque en verdad tienen que desarrollar una "inteligencia artificial" para que los vehículos puedan comunicar entre sí.
Google ha estado trabajando durante mucho tiempo en los automóviles "autónomos", y Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo este mes que su compañía se está centrando en sistemas autónomos para automóviles y otras aplicaciones.
Eso ha ejercido presión sobre los fabricantes de automóviles. Las empresas alemanas, en particular, ya han hecho inversiones en servicios de viaje compartido, en parte para combatir el ascenso de Uber, y ahora están mirando hacia el futuro.
Los esfuerzos de Volkswagen, tratando de rehacerse como un líder de la tecnología muestran hasta qué punto están dispuestos a ir para lograr éxito en la tecnología de auto conducción y recientemente se unió al puñado de grandes corporaciones en todo el mundo que son clientes de D-Wave Systems, un fabricante canadiense de computadoras que aplican los principios de la física cuántica.
Mientras que algunos expertos cuestionan su utilidad, las computadoras D-Wave pueden en teoría procesar enormes cantidades de información a velocidades rapidísimas.
Primero teorizados en los años ochenta, los ordenadores cuánticos tratan de aprovechar el extraño y contra intuitivo mundo de la física cuántica, que estudia el comportamiento de las partículas a nivel atómico y subatómico. Mientras que las computadoras clásicas se basan en bits con un valor de 1 y 0, en un ordenador cuántico pueden existir en varios estados al mismo tiempo. Eso les permite, en teoría, realizar cálculos que estarían más allá de los poderes de una computadora típica.
Algunos expertos, dicen que no hay pruebas convincentes de que las computadoras D-Wave son más rápidas que un superordenador convencional pero los ejecutivos de Volkswagen dicen que publicarán los resultados de su trabajo con estas computadoras, permitiendo una analice externa del proyecto.